Por la tarde Ana y yo hemos ido al Carrefour en taxi a comprar leche para Lucía. Esta niña tiene más pila que las duracel. La verdad es que por el día es un amor pero le cuesta muchísimo dormir, tiene algo de miedo, seguro que con el tiempo cuando se vea segura se le pasará o eso pensamos, es que nos tiene casi agotados, es un terremoto, estamos deseando volver a Santiago para recargar pilas, respirar aire puro. Aquí con el ajetreo de andar de un lado para otro las niñas no se situan.
Un beso para todos,
Elena (nuestra guía), Ana y Lucía Xian, con la mascota de la expo de Shanghai 2010.
Vista del interior del hotel desde el piso 88.